miércoles, 2 de febrero de 2011

Cosas del Perú 15

El camión del agua no viene desde hace seis días. Me asomo a una ventana, que parece no haber conocido jamás un trapo húmedo, a ver si lo veo venir, nada.
Miro a Arturo tejer la costura eterna de su red. Arturo, pescador de la Tortuga, delgado, "morenasaso" como dicen aquí, siempre con su eterna sonrisa y sus ojos tristes. Padre de 3 ó 4 "churres" o de 5 ó 6, quien sabe, yo nunca tengo muy claro de quien es quien, hay niños por todas partes.
Salgo a preguntarle por el camión aunque ya se la respuesta; "hoy viene". Hace cuatro días que no sale a pescar, el mar está "bravo" y en su enojo arranca de la mesa las esperanzas de mucha gente. Me siento a su lado a conversar con él, mientras hablamos me quedo naufrago en sus manos llenas de horas de sedal y espera, está intentando hacer una costura con dos cabos de tres cordones.
- Esta siempre me cuesta.- me dice, y me enseña otra costura mal hecha.
- ¿Sabes hacerlo?.- pregunta.
A Arturo sólo le falta un detalle, quiere ahorrar tanto cabo que es imposible hacerla bien. Le enseño un truco que aprendí en la escuela. Sus ojos pacíficos se detienen en los míos y sonreímos, y me lo agradece y yo se lo agradezco. Y por unas horas sólo existe conversación y costuras.
Con la boca seca y los dedos doloridos me despido y camino sin rumbo por los alrededores de la tortuga. Un niño me sigue de lejos y me siento a esperarlo, se detiene. Me quedo como mirando al mar y de reojo veo como se va acercando y como parece que le da vergüenza empleo mi arma secreta. Saco mi libreta y me pongo a dibujar. En dos minutos lo tengo a mi lado.
Jorge tiene 14 años, habla poco y siente mucho. Su padre está en la pesca y no volverá en dos semanas así que él cuida de su madre y sus dos hermanos pequeños, quiere ser doctor.
Su hermana Alma se fue, una noche le confesó que se iba a Lima y hace seis meses que no sabe nada de ella. Le pregunto si la echa de menos y su "SI" es lo más profundo y claro que sale de su boca. Las últimas luces del día despiden las lágrimas de sus mejillas y las olas se calman lo justo para que pueda oír su pregunta, ¿Tú crees que volverá?
Ahora, días después, que el Pacífico está menos bravo, Arturo regresa del mar sin suerte, sin pescado y la última combi llega a la Tortuga y Alma no viene en ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario