sábado, 18 de diciembre de 2010

Cosas del Perú 6

A Huancabamba, pueblo famoso por sus Chamanes, vienen gentes de todo el mundo a curar sus males, tanto físicos como espirituales. La Laguna Shimbe a 3.300 metros de altitud y la Laguna Negra son frecuentadas por curanderos que realizan sus ceremonias ayudados por el famoso, y alucinógeno, cactus de San Pedro.

Y allí que nos vamos Jakob y yo. Jakob es alemán, tiene 19 años y va a estar en Perú un año de voluntario. Es delgado, alto y rubio, todo un alemán dispuesto siempre a iniciar una nueva aventura, a dormir un rato o a comer algo más.

Si la zona de las lagunas conocida como las Huaringas está llena de Chamanes, nosotros no íbamos a ser menos, así que nos convertimos en Magos y emprendemos el viaje con dos cajas de juguetes que han llegado a CANAT desde España. La idea es repartirlos por los colegios de las aldeas que están más arriba de Huancabamba. Esta es una zona de las más deprimidas del Perú y en cuestiones de educción se encuentra en los últimos puestos de la lista.

Salimos de Piura con un bus que tarda unas 7h en recorrer los 250Km, 2h para los 130 primeros y 5h para los últimos 120. Una vez pasado el pueblo de Canchaque, la carretera asfaltada se convierte en camino y va ascendiendo entre barrancos y cortados hasta los 3.800 metros para luego bajar a 1957m al final del viaje, Huancabamba.

El paisaje es impresionante, si Piura es un desierto esto es un paraíso. Montañas, prados, bosques, agua... bendita agua. Desde la ventanilla del autobús apenas se ve el camino y en alguna curva me asomo y todo lo que hay debajo es vacio, más de 1000 metros de barranco. No entiendo como puede un autobús de 60 plazas pasar por este camino. Como dato decir que a Huancabamba la llaman "La ciudad que camina" por los frecuentes corrimientos de tierra de sus laderas. En épocas de lluvia, que por cierto está a punto de comenzar, no es raro que se quede incomunicada durante días.

Una vez más el autobús llegó a su destino. Aquí nos esperan Roxana y Sulmira. Llevan un año en las montañas impartiendo un programa de capacitación de profesores rurales y Sulmira además es profesora en la Aldea de San Antonio. Allí llevaremos los primeros regalos. Nos han alojado en una antigua escuela que hay debajo de la casa de Sulmira.

Para continuar camino arriba desde Huancabamba hay que tomar una combi hasta Salalar o Huarhuar, dos aldeas a casi 3.000 metros de altitud, y a partir de allí si se quiere llegar a la zona de las lagunas hay que andar o alquilar un caballo. Subimos a la laguna Shimbe y optamos por ir a caballo a pesar de la lluvia. El camino, como no, o sube o baja pero nunca es llano y con el barro y el peso los caballos se resbalan.

En la laguna tenemos la suerte de encontrar a un Chaman curando a un niño. Ha venido toda la familia y el brujo va diciendo cosas que casi no se entienden y escupiéndoles cerveza y otras cosas. Al final terminan todos en las frias aguas de la laguna y una vez purificados, y después de pagar al Chaman, se vuelven a Trujilllo que es de donde han venido.

La bajada de la Laguna fue un poco más divertida, por cosas de la vida me quedé solo con mi caballo, así que tuve el privilegio de pasear por los andes disfrutando del silencio. Disfrutando hasta que mi rocinante se empezó a poner nervioso, en fin, la cuestión es que se resbalaba a cada paso y acabó en el suelo por tres veces. Por suerte ninguno de los dos nos hicimos mucho daño. Mi preocupación era no encontrar la aldea de Huarhuar pero al final, preguntando, se llega al fin del mundo.

Para entregarles los regalos a los chicos los reunieron a todos en San Antonio, también bajaron los de Salalar. Nosotros entregamos los regalos a sus profesoras e intentamos mantenernos un poco al margen. Pero ser europeo y querer pasar desapercibido en los Andes es casi imposible.

Al principio los niños tienen miedo de los desconocidos, en estas tierras Sendero Luminoso y el Ejercito de Fujimori hicieron mucho daño, pero poco a poco su curiosidad de niño vence al miedo y se acercan para darte un abrazo o preguntarte alguna cosa. No sé el motivo pero algunos la han tomado con mis canas y quieren arrancarmelas. Me pregunto por cuantos años permaneceran estos jugetes de segunda mano en los brazos de estas niñas y niños, si alguno de nuestros hijos sentira tanta alegíia con sus 5 ò 6 jugetes nuevos. Y si somos nosotros los equivocados, ¿a que estamos esperando?.

El gobierno del Perú tiene un programa llamado "JUNTOS" que intenta reducir el analfabetismo en las montañas y a cada familia que tenga a todos sus hijos escolarizados les dan 100 soles al mes. También suministra alimentos a todas las escuelas de inicial para que coman en ellas los niños. Periódicamente les entregan Arroz, aceite, frijoles y un concentrado de cereales que usan a modo de leche o papilla, según lo concentrado que lo preparen.

Desde Huarhuar tomamos una combi, las famosas furgonetas, para regresar a Huancabamba. Ya estamos listos para partir, pero amigo, aquí las cosas suceden de otra manera. Todas las mujeres, los niños y yo estamos sentados en la combi mientras los varones, incluido el chofer, se beben seis litros de cerveza al estilo peruano. Todos en corro se van pasando un único baso y como cada vez bebe uno tardan casi una hora en terminar. Nadie les dice nada.

En una aldea a tres horas andando de Huancabamba el chofer de la combi dice que no sigue. Ale, mochila al hombro y a andar por los caminos. Por suerte al rato pasa un amigo de Roxana y nos acerca al pueblo. Eso si, después de parársele el coche en cada una de las cuestas, dice que "cuando sube se queda seco".

Huancabamba es un pueblecito de montaña que de estar en Europa seria un destino turístico indiscutible pero resulta que esta en Perú. Los gobernantes de por aquí deben ser como los de allí... Un atajo de chorizos. De momento el pueblo se ha revelado contra el ayuntamiento y el alcalde y los concejales se han tenido que ir del pueblo. Dicen que están refugiados en Canchaque y que hasta que no haya elecciones y salgan otros elegidos no pueden volver.

Y aquí, en Huancabamba, me entero de otros de los oscuros pasajes del Perú. Al parecer Fujimori solicito a finales de los noventa un crédito al Fondo Monetario Internacional. Una de las condiciones para la concesión era la reducciónde la natalidad por lo que se implanta la campaña AQU (no quiero ni saber que significa). Quiero creer que empezó como una campaña de esterilización voluntaria pero algo falló desde el principio... "Tantos esterilizados = a tanto cobra el medico". Y claro cuando hay objetivos muchas veces nos olvidamos del camino.

Y aqui aparece Esperanza. Esperanza nacio en Huancabamba, nacio pobre, vive pobre y morirá pobre, seguro. Agricultora, analfabeta y con una inteligencia envidiable colabora con la ONG "IAMAMC" Instituto de Apoyo al Movimiento Autonomo de Mujeres Campesinas. Cuenta que un día aparecieron unos doctores en su pueblo con la escusa de hacerles unas pruebas a las mujeres. Que les explicaron lo importante de controlar la natalidad y que cuando algunas se negaron a ser esterilizadas las encerraron y lo hicieron en contra de su voluntad. Esperanza estaba embarazada y perdio al bebe.

Tambien he oido decir que el Gobierno sucesor de Fujimori ha reconocido 300.000 esterilizaciones en mujeres y 50.000 en hombre. Mirando a mi alrededor no juraría que no fué así pero me gustaría creer que fueron muchas menos.

¿Que sería del Perú sin sus mujeres?, me quito el sobrero ante ellas y no por lo que hayan pasado, me descubro por lo que aun estan soportando.

Sé por buestros mails que todo esto no cae en saco roto. Se, porque os conozco desde hace años, que comprendeis el significado de la palabra solidaridad. Gracias por estar ahí.

Un abrazo,

¡Ah por cierto...! FELIZ NAVIDAD

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