Los granos de arena se persiguen sin rumbo fijo a lo largo de la playa. Las olas baten rítmicamente la orilla mientras el naranja del ocaso lo va inundando todo. Los pelícanos en formación rozan el agua evitando las olas en busca de sus dormideros.
La cara al viento, los pies en la arena, los ojos fijos en ese sol que se oculta en el Pacífico.
Los botes de pesca descansan, los hombres descansan, la vida descansa. Mirando al mar sólo hay belleza y paz.
Esto es la Tortuga.
Apurados los últimos rayos le doy la espalda al mar y encaro la cuesta que lleva al pueblo.
En un minuto todo ha cambiado, el naranja se vuelve gris, la brisa marina se oculta tras un fuerte olor a basura, el mar azul se pierde en un mosaico multicolor de bolsas de plástico batidas por el viento del desierto.
Esto también es la Tortuga.
Un pequeño pueblo sobrevive a orillas del Pacífico. Sin alcantarillado, sin agua corriente, casi sin futuro, el tiempo pasa por sus calles sin que aparentemente nadie haga nada para cambiar un presente que sin duda conduce a un doloroso futuro.
Convertidos en hombres a los 6 años empujan sus botes de pesca contra el océano. Convertidas en mujeres venden pescado en alejadas aldeas, cargan el agua, cortan la leña.
Por donde mires hay gente haciendo sus necesidades al aire libre, por donde mires hay basura. Pies descalzos andando sobre vidrios rotos.
Los profesores de su única escuela muchos días no van a trabajar desmotivados por la falta de asistencia de sus alumnos. Y sin prisa el analfabetismo devora otra generación de pescadores.
Mi tiempo en Perú se acaba y vuelvo la mirada al horizonte, al pueblo, al presente, al futuro.
“¿Quién te crees que eres? ¿Qué vas a poder hacer tú?
Seguramente poco, pero tengo que intentarlo.
Escribo a la Asociación de Voluntarios CAM y les pido que amplíen mi periodo de voluntariado, hablo con mis marineros, con mi hijo. Que ganas tengo de verlo.
Hablo con Gaby y le propongo quedarme en la Tortuga e iniciar el proyecto que lleva tiempo rondándole en la cabeza.
Y como se suceden las olas, se persiguen las causas y yo no quiero evitarlas.
Me quedo en Perú dos meses más.
Gracias a todos.
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