miércoles, 27 de octubre de 2010

Diario de Peru- primera entrega

DIARIO DE UNA EXPERIENCIA - VOLUNTARIADO EN PIURA (PERU)


Día 19-10-2010

Llego a Piura. Vuelo de Madrid a Lima 11.30 horas. Vuelo de Lima a Piura 1.30 horas. Trece horas sin tener contacto directo con el suelo, más sus correspondientes de espera en los aeropuertos. Salgo del aeropuerto de Piura a las 21.30 h., y me están esperando Mercedes, Jose (un vasco que merece mucho la pena) y Kilian, un alemán que también es voluntario.

Me están esperando a la salida con Don Héctor, un orondo taxista piurano que normalmente le hace los traslados a Manitos a un precio concertado. Por cierto, los taxis son como smarts, coches pequeños donde no cabe el equipaje, y muy viejos, pero bastante baratos.

Llegamos al Hotel Perú sobre las 22.00 h. Éste será mi alojamiento hasta que llegue Laura. De camino al hotel me comentan que van a celebrar el cumpleaños de una cooperante esa misma noche, y me invitan a acompañarlos. Estoy cansado, pero acepto con agrado. Dejo las maletas en la mi habitación, una habitación bastante austera, sin más lujos que una TV de 14 pulgadas y un ventilador que hace las veces de aire acondicionado, pero con las sábanas y el baño limpios. Me refresco la cara y bajo al vestíbulo, donde me esperan las tres personas que vinieron a recogerme al aeropuerto, para dirigirnos a la casa de Jacko, un alemán de 21 años que realiza un voluntariado en Manitos. En casa de Jacko, en el barrio de Miraflores, celebraremos el cumpleaños de Camile, una chica francesa que también coopera con Manitos. Allí me encuentro con aproximadamente 20 personas que desarrollan actividades de cooperación y de voluntariado en Piura: los citados más Tino, Anne, Anton, Inés, Edu, Sophie … es imposible que me acuerde de todos los nombres, llevo demasiado tiempo sin dormir. Me voy al hotel tras la fiesta. He quedado con Jose en que se pasaría por el hotel a las 10.30 de mañana para hacerme de Cicerone y enseñarme las instalaciones de Manitos. Apenas duermo cuatro horas, creo que me “picó” el jet lag.


Día 20-10-2010

Bajo a desayunar al restaurante del Hotel sobre las 7.00 h. Tengo el estómago cerrado, pero me tomo un zumo. Terminado el desayuno salgo a la calle a patear, sin rumbo pero con un pequeño plano que me da el recepcionista del hotel y que no es más que una fotocopia de un callejero del centro de Piura en el que no aparecen todos los nombres de las calles. Pero me vale.

Salgo de la Calle Arequipa, donde se ubica el hotel, con dirección a la Plaza de Armas, la Catedral, Sánchez Cerro, Grau, etc. Un par de horas dando vueltas por el centro más cercano a mi hotel. Vuelvo al mismo y llega Jose, acompañado de Inés y Cuco (una manchega que también es voluntaria en Manitos). Los cuatro nos vamos caminando hacia Manitos Creciendo, uno de los proyectos que desarrolla CANAT (Centro de Apoyo a Niños/as y Adolescentes Trabajadores); el otro es Manitos Trabajando.

Manitos Creciendo está en Jirón Huancavelica #1134. Es un centro dividido en aulas, en las que los alumnos desarrollan sus actividades. El perfil de los chicos que van a Manitos es de niños que por circunstancias, normalmente económicas, no han podido acabar sus estudios básicos, y se dedican a realizar trabajos de venta de frutas o de tiradores de carros en el mercado de Piura, por ejemplo. Ya desde pequeños son pilares económicos fundamentales de sus familias, por lo que es difícil hacer ver a éstas lo importante que sería para los chicos que se formasen. Es obvio que existe cierto conflicto de intereses, porque la familia ve peligrar los ingresos que aporta el chico a la unidad familiar. Por eso determinante explicarles el proyecto, y que éstas participen activamente turorizando o monitorizando los avances del niño.
Actualmente hay tres talleres que se imparten allí: Cosmetología (que viene a ser una versión piurana de Peluquería y estética), Cocina y Corte y confección. Hay un cuarto taller que se desarrolla en otro enclave más apropiado para ello, que es el de Mecánica. Esta sería la parte docente de Manitos. Luego además, nos encontramos con la parte de formación en valores personales (respeto, educación, agradecimiento, esfuerzo, …) y una tercera rama del programa global de Manitos que es el reforzamiento de conocimientos básicos. Esta tercera rama es fundamental. Como he comentado antes, son niños en ocasiones con graves deficiencias educativas de base, con dificultades para leer o escribir, con importantes carencias en matemáticas elementales o cultura general, etc. El reforzamiento es imprescindible para cubrir esas lagunas y para que, una vez finalizado su ciclo en Manitos, los alumnos posean conocimientos tanto del trabajo para el que se preparan, como los básicos que le permitan un mejor desenvolvimiento en cualquier ámbito de sus vidas.




Si tuviese que describir lo que hacen allí, lo tendría muy fácil: es un centro donde se forman PERSONAS, en mayúsculas. Y me explico. No sólo es un centro de formación para que los chicos que no han podido estudiar aprendan un oficio, sino que va más allá; se forman en valores como la solidaridad, el respecto, la colaboración, el agradecimiento, la familia, la comunicación, la educación sexual, etc…. valores que superan el mero adiestramiento profesional para obtener un trabajo o desarrollarlo por su cuenta. Además, esos chicos se convierten en un ejemplo para otros de su entorno, les muestran a otros niños de su barrio que es posible mejorar, aspirar a distinto a la miseria. De este modo se produce un efecto multiplicador basado en resultados palpables y conocidos, que provoca que Manitos llegue a más niños con problemas.
Allí conozco a Auri, que es la directora de Manitos Creciendo, y a Erica, que se dedica a la administración. También me presentan a los monitores y a más voluntarios que trabajan allí.

Tras la visita a Manitos Creciendo y de camino a Manitos Trabajando, nos dirigimos al Mercado de Piura.  El mercado es enorme, un hormiguero de compradores y puestos de venta, de curiosos y gente con aviesas intenciones. Llama la atención que está dividido por oficios: la parte de confección, la de frutas, las carnes, los reparadores de vehículos, etc. Hay que tener mucho cuidado con los objetos personales una vez dentro del mercado pero tampoco hay que demonizar el lugar; no hay en principio mayor peligro que en cualquier otro sitio en el que se de una aglomeración de gente. Ahora bien, prohibido ir de noche.

Llegamos a Manitos Trabajando. Está en la Av. José Carlos Mariátegui. Su función principal es la de contribuir a la formación humana y social de los niños/as y adolescentes que trabajan en el mercado de Piura, ampliando sus oportunidades de desarrollo personal. En este caso, el proyecto es complementario a sus estudios escolares, puesto que los niños siguen asistiendo a su colegio. Los frentes sobre los que trabajan son el educativo, el social, el laboral (mejora de habilidades manuales) y la alimentación y salud (desarrollando hábitos para una mejor calidad de vida). Hay varios espacios donde los niños pueden hacer deporte, estudiar música, un comedor, varias aulas, los vestuarios, etc. Solange, la directora, me enseña el centro y me explica brevemente en qué consiste el proyecto. Tras familiarizarme con el edificio, me voy a comer al comedor de Manitos Trabajando. Allí comen todos en varias tandas, conforme sus obligaciones les vayan permitiendo; maestros, voluntarios, monitores y alumnos compartiendo espacio. Lo normal es comer arroz cocido, frijoles y se varía con el resto (pollo, platano frito y huevos fritos, etc). Los niños siempre saludan al sentarse a la mesa y dan las gracias cuando se levantan de la misma; posteriormente friegan los utensilios que han utilizado.
Tras salir de Manitos Trabajando, Cuco, Inés, Jacko, Anne, Jose, Manuel, Maynor y yo nos dirigimos a una de las 3 ludotecas que CANAT tiene en Piura, concretamente la de Los Ángeles. Lo que viví allí es una de las cosas que no voy a poder olvidar en toda mi vida.
La ludoteca está situada en una especie de asentamiento chabolista a las afueras de Piura, con casas de adobe, chapa, uralita y cartón, y sobre un terreno desértico y arenoso, sin vegetación. El poblado, según me explican, se formó con la gente que vino de otras partes de Piura interior, y que no tienen recursos para alquilar o comprar una vivienda en la ciudad. Los habitantes del poblado se dedican a trabajos de poca cualificación, eventuales y mal pagados. La pobreza se palpa en cada centímetro cuadrado del asentamiento, no tiene servicios municipales, ni alcantarillado, ni en muchas zonas agua corriente… pero por el contrario no hay suciedad, ni basuras, ni sensación de abandono. Es una situación de pobreza sufrida con enorme dignidad.
En este contexto, la ludoteca supone el único espacio de juego y esparcimiento de los niños del poblado. Al llegar, los niños nos siguen hasta donde se ubica la misma, con una sonrisa que no les cabe en la cara, felices de que alguien se acuerde de ellos.
No se me va de la cabeza una niña, Miriam, de aspecto más nórdico que sudamericano, con unos grandes ojos verdes que te dan las gracias cada vez que te miran. Miriam tiene unos 9 años, pero la desnutrición ha provocado que aparente menos de 6. Hace fresco en el asentamiento, ayer llovió y la tarde es ventosa. Hemos preparado varias actividades para desarrollar en la calle. Miriam tiene los labios casi morados del frío, sus ropas no son apropiadas para este tiempo, pero no quiere volver a casa a refugiarse ni entrar en la ludoteca. Prefiere ser niña y jugar cuando la vida se lo permite. Ya tendrá tiempo de estar bajo la uralita de su casa cuando nos vayamos, ahora solo quiere disfrutar del voley, del juego del pañuelo o del juego del Mar y Tierra que ha propuesto Maynor. A pesar de todo, ayer Miriam fue feliz durante un rato. Esta niña nos podría dar lecciones de vida a cualquiera de nosotros, y creedme que a mí me las daba cada vez que me miraba y me decía “profe” esto o “profe” aquello.




Casi a las 19 h. y ya de noche regresamos a Manitos Creciendo, donde tenemos una reunión para coordinar una actividad que se va a llamar Olimplayas. En ella, los alumnos de los talleres participarán en una serie de juegos que hemos preparado para favorecer y fomentar la cohesión de los grupos y el esfuerzo colectivo.
A las 21 h. llego al hotel y directamente me voy a la cama.

DIA 21-10-2010

Hoy toca actividades de apoyo en Manitos Trabajando. Es un centro, como he dicho antes, complementario a la escuela, donde se dan sobre todo actividades de apoyo y ayuda en la formación de los chicos, cubriendo sus lagunas educativas y alimentarias. Solange, la directora, me ha asignado a dos chicos, Abdías y Manuel, y a Petronila, una chiquita pequeñita pero muy revoltosa a la que no le gusta nada estudiar. A pesar de que tienen la edad, no leen ni escriben con fluidez, tienen carencias de comprensión escrita, problemas con la ortografía, etc. Estoy con ellos casi dos horas y es verdaderamente agotador; creo que tienen problemas de atención, me cuesta muchísimo en el primer día que por lo menos me hagan un mínimo caso. Casi al final de la sesión con ellos, logro que hagan tareas y se impliquen algo en su actividad.


Posteriormente ayudo en sus tareas de matemáticas a Miguel, un niño al que le han puesto en el colegio ejercicios de multiplicación y división que no entiende. A lo largo de la actividad con él me doy cuenta de que quizá ni siquiera le hayan explicado bien lo que son las operaciones básicas de matemáticas (sumar, restar, multiplicar y dividir) porque en cuanto lo hago, lo entiende al vuelo.
Tras la sesión de apoyo, nos vamos a la ludoteca de Castilla, otro asentamiento de chabolas y casas de adobe a las afueras de Piura. Se puede aplicar todo lo dicho anteriormente sobre Los Ángeles. Una vez allí, los niños del poblado me piden que sea el referee (el árbitro) del partido de fútbol que van a disputar.




Ya de noche acompaño a varios alumnos del Taller de Cocina de Manitos Creciendo a la Municipalidad de Piura, en la Plaza de Armas, donde hay una feria de productos realizados por presas de los penales de la zona. Su función allí será servir una especie de cóctel de bienvenida a los políticos que intervienen en el acto. En cuanto la gente de allí se percata de que se ofrece comida y bebida gratis, se produce el tumulto; todo el mundo quiere probar lo que los chicos ofrecen en sus bandejas.
Me vuelvo al hotel. He quedado con Jose a las 21. h para cenar algo por Miraflores.

4 comentarios:

  1. Hola viajero. Desde Cehegin y Bullas te mandamos recuerdos. Que sea de provecho. Saludos. Santos.

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  2. Que bien se te ve, Yerinci!!!!! Espero que estes disfrutando de la experiencia, que debe de ser una locura. Pues nada, que te seguire desde este blog que usas tipo diario. Mantennos informados a todos los que te queremos de tus andanzas.

    Un abrazo muy fuerte maquina.

    Juan Tomas.

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  3. Joaquín, desde Murcia muchísimos recuerdos. La labor que estás haciendo es increible!!!!
    Un beso
    Mª José Chicoy

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  4. me mataba la curiosidad , de saber que escribian , y buscando se llega a Roma .He encontrado el blog.
    Unico consejo:Jakob el nombre es asi .
    pd: Mi teclado no tiene tildes por eso no las pongo .
    Tengo mis discrepancias , pero esta muy genial su blog.....
    besossssss

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